22 de diciembre de 1929
Estos últimos meses están siendo una verdadera locura. Tras publicar mi primer libro de poemas, Camino, he recibido palabras de elogio de personas que admiro fuertemente, como Unamuno y Antonio Machado. Sí, has leído bien: Unamuno y Machado. Y pensar que cuando escribía los poemas que forman mi obra solo buscaba liberación y plasmar mis pensamientos en un papel con el afán de entenderme a mí misma y a lo que estaba ocurriendo en mis adentros…
Esta emoción se ha avivado aún más desde que escribo para el periódico La Rambla. El miércoles pasado, mientras entrenaba el tiro de jabalina, como de costumbre, se lo conté a una compañera. Al contrario de la reacción que me esperaba, mi compañera me lanzó una mirada con algo de desdén y, al mismo tiempo, me preguntó si estaba segura de querer trabajar para un periódico de ideología republicana. Cuando escuché la pregunta, las facciones de mi rostro cambiaron por completo, y pensé: si estoy entusiasmada por poder trabajar para un periódico, lo estoy aún más por el hecho de que ese periódico en el que trabajo sea republicano. Al momento le contesté: ''Ya sabes que soy un cabo suelto'', me di la vuelta, y tiré mi jabalina.
Pero últimamente a esta emoción y sentimiento de felicidad se ha unido un sentimiento extraño, algo que no sé explicar utilizando las palabras. Hace unos días conocí a una extraordinaria mujer llamada Elisabeth Mulder. Elisabeth es una escritora de mi quinta. Estaba casada con un abogado de mucho prestigio que le triplicaba la edad y que ha muerto recientemente. Responde al hipocorístico de 'Eli', y es de Barcelona. Cuando estoy con ella, el mundo se detiene y surgen en mi estómago unos cosquilleos y sensaciones que desconocía hasta el momento. Desde el momento en el que crucé la primera palabra con ella supe que la nuestra no sería una relación de amistad como otras. Y, a día de hoy, llego a dudar si es una relación de amistad o más bien un sentimiento de atracción y enamoramiento. Jamás había sentido esto por una mujer (y para ser sincera, por un hombre tampoco). ¿Desde cuándo siento atracción hacia las mujeres? ¿Soy homosexual?¿Qué es esto que estoy sintiendo por Elisabeth?¿Debo reprimir este sentimiento?¿Debo contarlo? Cientos de preguntas relacionadas con mi sexualidad, con mi relación y sentimientos hacia Elisabeth inundan en estos instantes mis entrañas: ¿Estoy enamorándome de una mujer?
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